Hace algun tiempo visite una exposicion de pinturas sobre temas religiosos y estas tenian un gran numero de Representaciones de Condenacion … vale decir, del dia del juicio.  Estoy seguro que Uds. estan familiarizados con el tema … Nuestro Senor en toda su gloria … rodeado de los Santos … a un lado varias personas siendo dirigidas hacia el cielo por angeles y al otro lado demonios empujando a las almas al infierno.   No recuerdo ante cual cuadro en particular estaba parado cuando una dama vino, se paro a mi lado y me dijo “bueno Obispo, supongo que ese cuadro le ha causado cierto desconcierto”.  “Perdon”, le dije, “no entiendo” … ella me dijo “vea a todas las almas en incesante tormento siendo pinchadas por los pequenos demonios … la mayoria parece estar usando mitras”.

Estoy seguro de que en el fondo de los corazones de todos los que estamos participando en esta Celebracion, asi como de toda la Iglesia, existe total gozo y gratitud hacia el Senor por lo que se esta logrando aquí en nuestro medio hoy.  A traves de nuestro humilde ministerio El esta haciendo de sus elegidos, Obispos de Su Iglesia.

Sin embargo, cualquier invitacion de parte de Jesus siempre involucra algo de riesgo y auto-abnegacion, y solo es posible cuando uno pone su confianza y su fe en El que esta haciendo el ofrecimiento.  Cada uno de los apostoles acepto la invitacion.  Cada uno acepto rendir su vida al servicio del Maestro porque cada uno de ellos tenia confianza por medio de una innegable relacion personal con Jesucristo.

Aquella relacion que nosotros los Obispos buscamos tener con nuestro Senor siempre ha sido de primordial importancia.  Sin embargo hoy en dia, tal vez mas que en anos recientes, es mas importante que nunca que esto sea nuestro completo y total enfoque y que se vea manifestado asi.

La Iglesia Catolica se ve atacada tanto desde afuera como desde adentro.  El justificado horror ante los escandalos de abuso de ninos en la Iglesia Romana, aunque esto no se limita a esa Comunidad, y el sentimiento comun de que el Episcopado no ha logrado actuar y salvaguardar a los vulnerables.  El hecho de caer en herejia, una falsa doctrina y una moralidad confusa en algunos circulos Anglicanos.  Una falta general de liderazgo del Episcopado en otras partes.

En verdad la advertencia de los Hechos de los Apostoles trae a colación hoy en dia que “como los lobos feroces destruyen a las ovejas y entre vosotros mismos se levantaran algunos ensenando mentiras, en vez de la verdad para que los creyentes los sigan”.  Aun dentro de los que continuan siendo Anglicanos … el culto a fuertes personalidades individuales; la falta, a veces, de caridad y la falta de reconocimiento de los aspectos esenciales en estos tiempos urgentes, han sido la causa de gran inquietud en nuestro movimiento, sin mencionar aquellos obispos que han abandonado el Catolicismo Anglicano del todo.

No obstante, a lo largo de la historia Jesus continua hablandonos a traves de Su Iglesia y a traves de la Gracia de Dios, a traves de Sus Obispos, los testigos apostolicos de la Iglesia.

El Evangelio sigue inspirando a la gente de toda edad con una vision de esperanza que nace de la verdad de sus enseñanzas y la realidad de su practica en la vida diaria humana.  El Evangelio sigue dando vida y esperanza porque nace de las enseñanzas y la vida de Cristo Mismo.   No es simplemente una filosofia o un programa de auto-ayuda; es la esencia misma de una necesidad humana, de los logros alcanzados y el plan para nuestro destino.

En su mandato a los apostoles de evangelizar, el amor de Cristo es totalmente expresado en la vida apostolica y la mision de la Iglesia.  La invitacion de ser testigos de Cristo comienza con el compartir de Su vida y la funcion de llevar el Evangelio a toda la humanidad.  Desde el principio, nuestro Bendito Senor eligio a hombres para estar con El en la tarea de establecer Su Iglesia.  Todos estamos conscientes de la carga y la responsabilidad que la totalidad de nuestra Orden significa.  Estamos muy conscientes de las faltas de otros en el Episcopado y oro y espero, seriamente, que tengamos tambien la humildad de ver donde nosotros tambien fallamos y la fe y el coraje de abordar estas fallas.

Ustedes, mis hermanos, al ser consagrados hoy como Obispos, van a estar a cargo del cuidado pastoral de esa porcion del Pueblo de Dios encomendado a ustedes; ustedes son el principio visible y el cimiento de unidad para este pueblo.

Entre los oficios de un Obispo, el predicar el Evangelio es de primordial importancia.  Los obispos conducen a los nuevos discipulos a Cristo, y son maestros, quienes proclaman al pueblo encomendado a ellos la fe en la que se debe creer y que ha de dirigir sus vidas.  Asi como a traves del ministerio del Verbo ellos comunican la promesa del poder salvador de Dios, asi tambien a traves de los sacramentos santifican a los fieles; ellos regulan el otorgamiento del Baptismo, son los administradores de la confirmacion, son los suministradores de las Ordenes Sagradas y los directores de la penitencia, ademas de ser los que imponen disciplina y el temor de Dios.  Sellados con la llenura del sacerdocio de Cristo, especialmente en la Misa que ellos ofrecen o hacen que sea ofrecida, ya que es, entre otras cosas, un simbolo de la unidad del Cuerpo Mistico.

Mis queridos hermanos, cuan bendecido es su pueblo al recibir un gran obsequio de Dios hoy dia, ya que ustedes son, por cierto, un envio de Dios; ustedes son una senal visible de la promesa de nuestro Senor de estar siempre con su congregacion, su pueblo, como un padre esta con sus queridos hijos, como el buen pastor con sus ovejas.   A veces este llamado es intimidante y a veces uno puede sentirse aislado, pero ustedes no estan solos ya que han sido escogidos por Nuestro Senor y El esta con ustedes, asi como nostros, vuestros hermanos obispos, estamos con ustedes.  Nuestro Senor mando a Sus Apostoles juntos para que pudieran tener la fortaleza que brinda la fraternidad, la seguridad de contar con proteccion en el camino y la garantia de que la integridad del mensaje permaneceria verdadera e inviolable, a pesar de todo lo que Satanas pueda lanzarnos.  Esta naturaleza apostolica de la Iglesia permanece intacta hasta el presente y es cumplida particularmente a traves del vinculo que nosotros los obispos tenemos y nuestro papel en la santificación, educación y liderazgo del pueblo de Dios.      

Cuan gran obsequio, dije, su pueblo tiene en ustedes y su ministerio … pero cuan mayor es el obsequio que Nuestro Senor les otorga a ustedes, poniendolos a cargo de las ovejas por las que pago el mayor precio …  “Por tanto cuidaos de vosotros mismos y cuidad tambien de toda la congregación, en la cual el Espiritu Santo os ha puesto como encargados de cuidar a los de la iglesia del Senor, que El compro con su propia sangre”.